sábado, 13 de noviembre de 2010

GARCÍA BERLANGA

Como sabeis, acaba de morir Don Luis García Berlanga.
Personas más acreditadas que yo, han hablado sobre su vida y sobre su obra, por eso yo no lo voy a hacer, sólo tengo el buen gusto de ser admiradora suya, de haber visto muchas de sus películas apenas se estrenaban.
Un gran profesional, un buen valenciano....
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Pero quiero contaros una anécdota suya que viví de primera mano.

Uno de los colegíos que yo atendía estaba ubicado en una alquería antigua y preciosa. Dicha alquería tenía una escalera que, al subirla daba de frente a una ventana desde la que se veía una pequeña calle de adoquines y casas del siglo XVIII, que milagrosamente se había conservado.
En esa calle y rodeado de esas casas, don Luis estaba rodando una película sobre un cuento de Blasco Ibáñez. En el colegio había gran espectación y casi todos, profesores y alumnos, en algún momento contemplábamos el rodaje. Don Luis preguntó qué era ese edificio y le informaron que era un colegio y le hablaron de la escalera que al llegar a la ventana se bifurcaba en dos escaleras, también le explicaron que se trataba de una alquería del siglo XVII, que tenía una fuente de mármol con figuras del cuento de Blancanieves. y más cosas interesantes. A Gª Berlanga le picó la curiosidad y quiso visitarnos.

Antes de contaros lo qué pasó, voy a hablaros de cómo era el colegio.

El colegio era muy pequeño, de hecho cuando se implantó la Logse se cerró, no había espacio para poner todas las instalaciones que la nueva ley exigía; además todos los niños de preescolar estaban en una sóla aula y !º y 2º de primaria también estaban juntos. como podeis imaginaros habían muy pocos niños; era un colegio muy tranquilo.
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El día que vino a vernos, la mitad del colegio se había ido de excursión.
A nosotros nos parecía que había mucha paz y silencio; pero no a Don Luis, nos dijo que no entendía como podíamos vivir en medio de tanto barullo y que ya volvería a ver la alquería en el mes de agosto y que pediría al Ministerio de Educación que nos compensase por trabajar en un lugar de tanto riesgo y ruído.... nos quedamos perplejas.
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Mucha gente piensa que los maestros tenemos un trabajo tranquilo, con muchas vacaciones.
Don Luis nos comprendió y valoró, supo como "nos ganamos los garbanzos los maestros".
Simpático don Luis, donde está ahora, hará sonreir, con su ironía a los ángeles.
Hasta pronto.
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