sábado, 3 de junio de 2017

VECINAS

De pronto Antonia supo lo que le gustaba hacer:

-"pasar la tarde leyendo y tomando notas sobre el libro que estaba en sus manos"-

Y no lo que hacía ahora: "participar en el montón de actividades en las que se había metido al jubilarse".

También le gustaba estar en casa sóla, pero sabiendo que Luis, Lorenzo y Amparo estaban bien.

Vivía en el primer piso, le encantaban los primeros pisos; podía tener una terraza resguardada de vientos y fríos. No nacían flores, pero las plantas verdes que tenía parecían estar contentas como ella...

Veía a los vecinos con ¿desinterés?...tal vez, pero con cierta ternura.

Conocía a Luisa mucho antes de ser vecinas. Luisa vivía sola en el quinto piso.
Luisa sabía estar sola, pero Antonia no podía dejar de pensar en ella los largos fines de semana de invierno. Entonces Antonia subía a hacerle compañía, aunque cuando salía , siempre se iba con la sensación de haber interrumpido una lectura o un descanso.

Luisa había sido una abogada de prestigio y, Antonia estaba segura de que era "un pozo de sabiduría".

Cuando Antonia se jubiló, Luisa le dio un consejo:-"Ten cuidado, la gente que te conoce, con la mejor intención, te dará trabajo, cuando te des cuenta tendrás el día ocupado por tareas que no te interesan lo más mínimo, y las "buenas gentes" que pretendían que no echaras de menos tu vida profesional, creerán que te han hecho un favor".

-Los consejos casi nunca se siguen-
Antonia no había seguido el consejo de Luisa y ahora estaba arrepentida. Pero no podía dar marcha atrás...

Luisa le hablaba de su vida profesional, que Antonia ya conocía.
De su vida personal le hablaba poco y Antonia no se atrevía a preguntar. Sólo le contó que a su padre lo mataron en guerra y Antonia estaba admirada de la ausencia de rencor de Luisa.
-era una buena persona-

¿Dónde había leído aquello de "pasó haciendo el bien"?... Cuando pensaba en Luisa siempre le venía a la cabeza esa frase.

Un día vino a verla su hermano, Luisa no contestó a su llamada.
Preguntó, nadie la había visto salir. Ayer...no recordaban.
Andrés, el portero le dió las llaves.
Encontró a Luisa muerta junto a un desayuno recién tomado.
-Buen provecho, Luisa, lo hiciste todo bien, hast este último acto_

"Las grandes damas saben cuando y como tienen que retirarse".
¿Dónde había leído esto?.

Antonia pensó que tenía que ordenar sus ideas.



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