miércoles, 29 de abril de 2020

MUCHOS DÍAS, MUCHAS HORAS.

Para encontrar amigos en casa:
-cartas que guardé y que las tenía olvidadas.
-labores que dejé a medio hacer.
-libros que no terminé de leer.
-y tantas cosas que formaron parte de mi vida.

Hoy voy a compartir una historia del libro : EL CONTADOR DE HISTORIAS.
-es un libro que no pude leer de un tirón.
-sus historias son independientes.
-las lei al dictado de mi estado de ánimo.

La que os ofrezco me recuerda una clase de una gran pedagoga, que también os narraré.

"Mi tío Wayid nació dos años después de Samia. Su llegada fue sin percances.
-Será un hombre sabio -dijo la comadrona. 
Su nacimiento fue causa de muchas celebraciones. El bey en persona bendijo a mi tío.  
-Será el cabeza de una familia industriosa, un guardián del honor, un amasador de riqueza y un hombre de carácter.
El abuelo ofreció puros a todos los hombres del pueblo. La abuela repartió dulces. La malvada Sitt Hawwar tuvo que cerrar el pico durante un tiempo.

El tío Halim apareció en este mundo en 1925. Fue un parto sin complicaciones; el cordón umbilical no le estranguló por accidente. Y sin embargo la abuela vio con claridad que algo pasaba en cuanto lo tuvo en sus brazos. Su cabeza parecía desprender demasiado calor, los ojos parecían parpadear nerviosos antes de cerrarse.
-Será un soñador -auguró la comadrona.

Mi padre fue el siguiente, en 1930, y dos años después llegó el tío Yihad. Fueron los favoritos de sus padres. 

-Éramos demasiado jóvenes -me confesó el abuelo en una ocasión-. No es que no quisiéramos a todos nuestros hijos. Los queríamos. Pero entonces nació Farid, tu padre. Llevábamos once años casados. Éramos..., no sé cómo decirlo..., más maduros. Hubo una diferencia, pero no fue intencionada.
Al cabo de un rato continuó:
-Tu abuela amaba a Farid. Era especial, mucho más listo que sus hermanos. Si colocabas a los tres otros niños en un lado de la balanza y a tu padre en el otro, la inteligencia de este sobrepasaba a la de los otros tres juntos. Y Yihad... habló antes de cumplir los nueve meses. Era un genio. Me hizo sentir tan orgulloso.
¿Cómo se puede culpar a tu abuela por tratarlos de forma distinta?. ¿Cómo puede culpársela de quererlos más?.
Eran los elegidos."
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Y aquí termina esta historia; a continuación viene otra diferente que, solo está separada de esta por un pequeño símbolo oriental.
Así es el libro:
EL CONTADOR DE HISTORIAS DE HISTORIAS de Rabih Alameddine.
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Y esta historia me recordó una clase de doña Raquel.
Doña Raquel Payá era catedrática de Pedagogía, sus clases aún las menos importantes eran verdaderas "lecciones magistrales". 

Lo que os voy a contar fue un comentario coloquial que introdujo en una de ellas pero que me debió hacer mella ya que todavía la recuerdo...
Nos dijo que si en una familia los hijos dicen que sus padres quieren más a uno de ellos, aunque los padres lo nieguen, es verdad que el señalado por los hijos es el preferido.

Para reforzar su argumento contó esta anécdota:
"Yo tenía una amiga que siempre decía que su madre quería más a su hermano que a ella.
Su madre lo negaba -os quiero a los dos igual -repetía la señora. Pero su hija llevaba esa espina en su interior.
Un día tuvieron que operar a la madre y la hija pensó que le preguntaría estando aún bajo los efectos de la anestesia a quien quería más, sabeis que dicen que en esa situación se dice la verdad.
Y así lo hizo.
Su madre contestó: -os quiero a los dos igual.
Salió la hija de la habitación para hablar con el médico y doña Raquel se quedó dentro con la recién operada que le confesó: -¡menos mal que ya me estaba despertando!!!.
*
¿Qué opinais?.
Para pensar y mejor decir una mentira piadosa.
Somos humanos...
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Seguid en casa.
Un abrazo.

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