martes, 12 de abril de 2022

MIS AMIGAS...

 ...amigas de la infancia, amigas del colegio, amigas del trabajo.

Me gusta hablar con ellas, las tertulias son variadas, como es la procedencia de su amistad. Las decepciones han sido bastantes... pero no he comenzado este relato para quejarme. Además yo también habré decepcionado, por tanto estamos en paz.

Hay complicidad entre nosotras, la complicidad que sólo concede el haber visto las mismas películas, haber leído las mismas novelas, haber soñado las mismas  historias a través de los años.

Las novelas tienen un principio y un final, pero quizá esto no sea una novela sino una historia y las historias no empiezan ni acaban. Solamente suceden. Y nuestra amistad es una historia.

Algunas nos hemos reencontrado después de un tiempo. Y regresar al espacio de un sueño me deja indefensa porque no hay peor desdicha que la de un deseo que se cumple; es como la nieve, tan bonita... "hada blanca que se acerca a la cuna de las niñas para helarles el corazón".

Y ¿ de qué hablamos?... palabras, siempre palabras. Las palabras son como los peces de colores, pero con más alegría. Una me dice: "se nos pedirá cuenta de no habernos alegrado de lo que debíamos alegrarnos". Me debo alegrar de estar con mis amigas y esa alegría no me la debe empañar nadie.

Y mi reflexión: mejor ser más superficial en nuestras conversaciones ahora que ya lo hemos hecho todo (cuidar a nuestros maridos, educar a nuestros hijos, ser cumplidoras en nuestro trabajo). 

Ahora a vivir, aunque cuando pienso (¡que malo es pensar demasiado!) no sé que hacer: no pensar, no hablar, no...

Adios.  


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