Es el órgano jurídico más antiguo de Europa que permanece vigente. Sus primeras actuaciones se remontan a mediados del siglo X cuando, bajo el reinado de Abderraman III, se estableció para controlar el reparto del agua del río Turia. Se reune todos los jueves a las 12 de la mañana, delante de la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia. Lo forman ocho jueces, además del síndico de la comunidad de Xirivella, que presiden las comunidades de regantes de las acequias de Tormos, Rascanya, Mestalla, Quart, Benáger, Favara, Mislata y Rovella (esas acequias son los brazos que distribuyen el agua del Turia por toda la huerta valenciana, por eso este río cuando llega a Valencia va completamente seco). Para ser juez del Tribunal de las Aguas es preciso ser "un honrado labrador de buena fama" y además debe tener "una extensión mínima de tierra, que sea cultivada por él mismo". Sus sentencias son inapelables y no se escribe nada, todo se hace de "viva voz"...