Una de las ideas que llegó a China con el budismo fue la conciencia de que la vida en la tierra es solamente una breve fase en la vida del alma, un fugaz momento comparada con los lentos cambios del universo. Con esta conciencia cambió también el valor de la riqueza y del poder: por rico y famoso que sea un ser humano, todo se desvanece cuando muere , de modo que el más pobre mendigo y el rey más rico tienen lo mismo en la hora de la muerte. . La historia siguiente es un claro ejemplo de este modo de sentir: -EL MUNDO EN UNA ALMOHADA- "Durante la dinastía Tang, en la localidad de Handan, situada al noroeste de China, había una posada a la que un día llegó un joven llamado Lu. Vestía un abrigo corto y burdo y montaba una yegua negra. En la posada, Lu compartió la mesa con un anciano que había hecho un largo viaje y al poco rato se pusieron a hablar. Hablando y riendo, Lu tuvo la sensación de haber conocido al anciano de toda la vida, y mirándose la gastada ropa qu...