Cuando llegué al colegio Virgen de la Esperanza, me encontré con Manolo Ávila y con Mª Luisa Talens. El primero, era el director y la segunda era logopeda, como yo. Aunque no era igual su manera de actuar, ambos eran dinámicos y trabajadores, sobre todo Manolo, que además tenía una capacidad de trabajo tan grande que podía dirigir el colegio y al mismo tiempo organizar cursos, dar conferencias y publicar libros. También tenía unas dotes de persuasión envidiables, era capaz de meter a las personas de su alrededor en los mismos líos que se metía él. Dos de esa personas fuimos Mª Luisa y yo. . El primer lío en el que me ví fue haciendo de portavoz en un curso de Musicoterapia, pero el más gordo fue impartiendo clases de logopedia a los compañeros que hacían los cursos de Pedagogía Terapéutica, esto último lo hicimos Mª Luisa y yo al “alimón”. . Yo venía de trabajar en el hospital La Fe, allí también era logopeda, pero esas actividades extras estaban reservadas para los médicos, estaba per...