-cuando regresé, a los pocos días, dió comienzo la JMJ; la seguí a través de la tele, y recordé un documento de Benedicto XVI que había guardado para comentarlo con Mari Carmen Fortes; este es-
"¡Ilustres señores, gentiles señoras!
Para mí es un momento emocionante estar nuevamente en la cátedra de la universidad y poder impartir una vez más una lección.
Mi pensamiento vuelve a aquellos años en los que, tras un hermoso periodo en el Instituto Superior de Freising, inicié mi actividad de profesor académico en la Universidad de Bonn.
En el año 1959 se vivían todavía los viejos tiempos de la universidad en que había profesores ordinarios. Para las cátedras individuales no existían ni asistentes ni dactilógrafos, pero en compensación se daba un contacto muy directo con los estudiantes y sobre todo entre los profesores.
Se daban encuentros antes y después de las lecciones en los cuartos de los docentes. Los contactos con los historiadores, los filósofos, los filólogos y...