El duelo es un duro proceso en el que todos nos vemos inmersos antes o después. Perdemos cosas, roles, lugares...y también personas. Después de haber entablado un vínculo significativo, después de vivir entrelazado...el vínculo experimenta un trauma cuando el ser querido fallece. No podemos escaparnos: o perdemos o nos pierden. Y pagamos esa extraña forma de precio por haber amado y no poder seguir queriendo de la misma manera. En el duelo, los pensamientos, los sentimientos, las conductas...quedan afectadas por las pérdidas. El corazón se desgarra, y es posible que sintamos lo que no esperábamos ni imaginábamos que era posible sentir. Teníamos y no tenemos. Contábamos con el ser querido, y ya no está. Le veíamos, nos tocábamos, nos decíamos cosas, nos apoyábamos, nos peleábamos...y la muerte nos lo quita. Quizá no nos dábamos ni cuenta de todo lo que significaba para nosotros el ser querido, y algunas cosas las descubrimos precisamente cuando lo perdemos. Es personal. Lo expli...