-hace tiempo que no os cuento un CUENTO. JUNTOS PARA SIEMPRE Oncor y su compañera eran dos gansos preciosos: pesaban cerca de seis kilos, tenían los largos pescuezos cubiertos de plumas negrísimas y níveos los pechos, sus cuerpos eran firmes y proporcionados y digna su andadura. Sentían un profundo interés el uno por el otro. En cuatro ocasiones habían efectuado ya el vuelo de ida y vuelta entre el Ártico y la bahía de Chesapeake. Cuando estaban en el aire, cada uno sabía lo que el otro se proponía; en tierra, se sentían responsables de su mutua seguridad. Los gansos tienen la particularidad (que no es regla en el mundo animal) de elegir a su pareja para toda la vida. Así pues, Oncor se había unido con la suya para siempre. Un día de septiembre, Oncor, su compañera y sus cinco crías se incorporaron a la bandada que se dirigía al sur, volando en V, como un disciplinado escuadrón. Esta migración es una de las maravillas de la naturaleza: cientos, miles, millones de...