El principito atravesó el desierto en el que sólo encontró una flor. Era una flor de tres pétalos sin ninguna importancia... -¡Buenos días! -dijo el principito. -¡Buenos días! -dijo la flor. -¿Dónde están los hombres? -preguntó cortesmente el principito. La flor, un día, había visto pasar una caravana. -¿Los hombres? No existen más que seis o siete, me parece. Los he visto hace ya años y nunca se sabe donde encontrarlos. Como no tienen raices, el viento se los lleva; debe ser muy molesto... -Adios -dijo el principito. -Adios -dijo la flor. ******** -se parecía a mí- (no en lo físico, si no en su forma austera de ser) -lo he perdido ¿por haberme encerrado en mis recuerdos?. Sí, estoy segura- -¿dónde está el niño que vino a casa con sus manitas cargadas de cajitas?- ** -ahora después de 29 años, lo he recuperado- ********