¿Cuántos libros existían en la edad dorada de Grecia?. ¿Qué porcentaje de la población era capaz de leerlos?. Nos falta información. Contamos con datos casuales, briznas de hierba que vuelan en el aire y no permiten calcular la extensión de la pradera. Además, la mayoría de ellos se refieren a un lugar excepcional, la ciudad de Atenas. El resto es penumbra. Buscando huellas de aquella invisible alfabetización, acudimos a las imágenes de lectores representados en pinturas cerámicas. A partir del 490 a.C. los jarrones de figuras rojas aparecen decorados con escenas que representan a niños aprendiendo a leer y a escribir en la escuela, o a personas sentadas en una silla con un rollo abierto sobre el regazo y leyendo. Con frecuencia se trata de versos de Homero, de Safo... . En casi todos los casos, el libro contiene poesía. Lo más llamativo... en las escenas escolares no aparecen niñas. Esa contradicción nos coloca ante un misterio. Tal vez las mujeres lectoras pertenecían a fa...
"Qué lastima que una palabra tan sonora como: ARANCEL que rima con MIEL, PINCEL o DONCEL y podría haberse asociado a los santos arcángeles GABRIEL, MIGUEL o RAFAEL, se haya juntado con malas compañías -tributo, gravamen, tasa y porcentaje- y, en caída libre, se haya convertido en pareja de hecho de Trump, con permiso de Melania. Dándole vueltas al tema, me parece que más allá de los coches, el aceite o el vino, hay otros aranceles que no nos vienen impuestos desde fuera, sino que nos los autogestionamos nosotros solos y caminamos bajo su peso con el espinazo doblado como los israelitas en Egipto. Ahí están, por ejemplo, esa consignas tan extendidas-da la talla, mantén el tipo, no te muestres frágil, controla tu relato, note salgas del redil de lo guay- que se nos pegan como hongos parasitarios , exigen costosos esfuerzos de mantenimiento y nos hacen llegar exhaustos al final del día. Otras tasas fastidiosas son las sentencias tipo-cualquier dependencia es nefasta, la autonomía es...