Decía San Ignacio de Loyola que "en tiempo de tempestad no hagas mudanzas" y lo recuerdo ahora porque estamos en plena tempestad y necesitamos, no hacer grandes cambios en nuestra vida, aunque eso vendrá luego, pero sí refugiarnos en algo... la poesía, rezar, escribir, hacer bolillos, hablar por teléfono...
Hablaremos junto/as de todo durante esta tempestad.
Hablaremos junto/as de todo durante esta tempestad.
Empezaré por la POESÍA.
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Si muero,
dejad el balcón abierto,
el niño come naranjas
(desde mi balcón lo veo)
¡Si muero,
dejad el balcón abierto!.
FEDERICO GARCÍA LORCA
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He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones de paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra.
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a donde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino,
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.
ANTONIO MACHADO
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¡Con una mirada de tus ojos podrías robar todo el tesoro de canciones de las arpas de los poetas, oh, hermosa mujer!.
Pero tú no prestas oídos a sus alabanzas y por eso te admiro.
Podrías humillar a tus pies las cabezas más altivas del mundo.
Pero tú escoges, para venerar, a tus preferidos, a los que la fama ignora, y por eso te venero.
Tus brazos perfectos añadirían gloria, a la magnificencia de un rey.
Pero tú los usas para quitar el polvo y hacer limpieza en tu hogar humilde, y por esto me siento lleno de respeto hacia ti.
RABINDRANATH TAGORE
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Enamórate de un hombre de verdad;
uno que te persiga con la mirada,
como un león hambriento;
y que, se pierda en el brillo de tus ojos,
aún en la oscuridad.
Enamórate de un hombre,
para el cual tú seas la única mujer de este mundo;
y que sea capaz de construirte un castillo,
aunque sólo tenga un lápiz y un papel.
PABLO NERUDA
-esta poesía se la dedico a mi nieta-
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