domingo, 30 de junio de 2024

NADA ES PARA SIEMPRE...

 ...y es una pena, porque hay cosas qué sí deberían serlo.                                                                                                                                                                                                                                                                                    Mi madre, cuando una persona valía mucho y sabía hacer muchas cosas le decía "usted no se debería morir nunca", pero igual se moría (parece mentira la manía que tiene la gente de morirse). A mí que siempre iba perdiendo cosas, incluso dentro de casa, me decía "cualquier día perderás las orejas"; pues esa frase tan trivial, hay que ver lo que me ha consolado a través de mi vida adulta; vereis el porqué: " sigo perdiendo cosas, gracias a lo que me decía ella no pienso que tengo Alzheimer ...". Si ya las perdía siendo joven, si las pierdo ahora es que forma parte de mi naturaleza hacerlo.

¿Por qué pienso tanto ahora en mi madre?. Porque "nada es para siempre", hace años que ya no está con nosotros...pronto me iré yo también. Yo tampoco seré para siempre...¿me recordarán mis hijos?.

***

Fueron los libros los que me hicieron sentir que quizás no estaba completamente sola; y que debía dejarlos marchar aunque mi nido quedara vacío. 

Les habíamos enseñado a volar, les habíamos enseñado a hablar con Dios y nuestra casa tampoco era para siempre. Jesús (ya os hablaré un día de Jesús) nos decía que habíamos sido unos "buenos padres"... y que ya había terminado nuestra tarea y "nada es para siempre".

***

NADA, NADA ES PARA SIEMPRE.


No hay comentarios: