Ir al contenido principal

Entradas

ES TIEMPO DE HACER BUENOS PROPÓSITOS.

 ...cumplirlos, ya será otra cosa. PERO MIENTRAS TANTO, HAGÁMOSLOS: Caminar. Sonreír a menudo. Reír. Cantar en la ducha. Mimar a las personas que amamos. Llamar a los amigos, no esperar que sean ellos los que nos llamen. Decir a alguien: "te quiero mucho". Sobre todo a los cercanos, no dar por hecho que "ya lo saben". Cumplir las promesas. Hacer una lista de cosas que nos hacen bien. Relajarte. Meditar un poquito, solo un poquito todas los días. Mirar las flores, las plantas, los árboles... con atención. Sumérgete en la lectura. Quien lee no se aburre. Escucha a un amigo, ayúdale. Aunque no sea amigo también. Trátate bien: "date un capricho, quiérete, llénate de ilusiones, abrázate, VIVE, hazte un regalo, mírate al espejo, perdónate, déjate cuidar, por hoy no te preocupes... DATE UNA PALMADA EN LA ESPALDA. Imagina, con frecuencia, las olas de la playa. SÉ FELIZ.

FELIZ NAVIDAD a todos...

 ...a los que aún me seguís y a los que os habéis cansado. A todas y a todos os valoro y quiero. " Pues si hacemos alegrías cuando nace uno de nos, ¿qué haremos naciendo Dios?" Dice un refrán anónimo que los niños nacidos el día de Navidad son justos, sabios y alegres. La tradición de decorar con motivos vegetales las casas data de tiempos paganos. Antiguamente se creía que algunas plantas verdes en invierno tenían poderes místicos, ya que continúan mostrando signos de vida mientras el resto de la Naturaleza parece dormida. Las leyendas mejicanas dicen que la ponsetia es la "flor de Nochebuena" por esto: "Una niña que quería ir al Portal a ver al Niño Jesús recién nacido, no tenía dinero para comprarle un regalo, por lo que un ángel le dijo que le llevara algunas ramas. Cuando llegó, las ramas superiores se habían vuelto de color rojo, causando el alborozo del pequeño Niño. Qué bonita es la Navidad, siempre que en tu mesa no hayan sillas vacías...      

REFLEXIONES DE UN OCTOGENARIO: André Maurois.

  -creo que no lo podréis leer, lo copio con mucho gusto- * CUANDO ANDRÉ  MAUROIS CUMPLIÓ OCHENTA AÑOS DE EDAD, ESCRIBIÓ ESTAS REFLEXIONES QUE REPRODUCIMOS HOY COMO UN ADECUADO TRIBUTO A LA MEMORIA DEL EMINENTE ESCRITOR FALLECIDO EN 1967. "¡Tener ochenta años!. una gran edad, que nunca esperé alcanzar, a los dieciocho años, fui rechazado para el servicio militar. -no podemos admitirle-, dijo el médico, -porque usted es demasiado débil-. Pero yo insistí y finalmente me aceptó, pero no sin horrendas predicciones de ruina. Mas, como tantos otros hombres frágiles, perduré. ¿Por qué?. En parte, creo que porque he llevado una vida de constante trabajo y severa disciplina. Sobre todo, pienso que porque mi maestro, Alain, me enseñó el deber de ser feliz. Yo he sufrido duros golpes en mi vida, como todo el mundo; pero recordé olvidarlos. El buen humor me ha mantenido en buena salud.  Empero, a los ochenta años estoy comenzando a sentir la fatiga de una larga vida. El trabajo intel...

SILENCIO.

  * VOCES DEL SILENCIO: Dijo Marisa en medio de tanto ruido: No puedo más, necesito un rato de silencio. Don Pedro se calló; era un silencio de resentimiento, de rencor. Enfadado, casi gritando, Jacinto preguntó: ¿a qué viene ahora eso del silencio, con tantas cosas como tenemos que hacer?. La psicóloga, con convicción, como una persona experimentada, dijo: no, el silencio no es ausencia de palabras, no es algo negativo, no es vacío, sino plenitud. Un teólogo afirmó: Dios, a quien permanentemente se le hacen preguntas importantes, con mucha frecuencia, guarda silencio. Pilar no decía nada; por dentro rumiaba el silencio de Luis y pensaba que era insoportable aquel silencio. El Padre Antonio sentenció, con autoridad: Silencio. Lo ha dicho el Papa, eso ya no se discute, de eso ya no se habla. La directora guardó silencio: no le importaba nada todo lo que le habían dicho. Después de diez segundos añadió: la reunión ha terminado. ------grupo herramientas nueve----- ** Tengo en mis mano...

LAS PEQUEÑAS COSAS...

 ...que nos ayudan a vivir mejor: * BUEN INICIO DE SEMANA, valorando las pequeñas cosas.

¿CONOCES A LOS NIÑOS, ESPIDO?.

  "...Cuando Sagrario murió yo creí que la nena no comprendería. En el funeral  jugaba con las flores cosidas al paño que cubría el altar. Mis padres esperaban preguntas, o que imaginara que estaba dormida. Pero lo entendió todo, y recuerda perfectamente quien acudió al entierro y quien no, quien le dejó flores y quien no. A veces la dibuja tal y como la vio en el velatorio, tendida y enflaquecida; la primera vez  que enseñó uno de esos dibujos mi madre se echó a llorar, y yo traté de hacerle creer que era un ataúd de cristal y la princesa dormida." Cuando era muy pequeña murió mi madrina; y una persona muy cercana se lo anunciaba a otra. Noté que no sentía ninguna pena...y sólo tenía tres años. Aquel año los Reyes me dejaron una cadenita de oro con la medallita de San José. Y aún recuerdo más cosas... Los niños recuerdan y entienden mucho más de lo que los adultos creemos. Por lo demás, tu libro me ha gustado, a pesar del final insólito. ¿Qué nos has querido decir?., Lo ...

LISTA DE PEQUEÑAS COSAS que no tienen precio.

 -UNA SONRISA te cura cuando estás herido/a. -UNA CARICIA te arropa cuando tienes frío. -UN ABRAZO te llena cuando estás vacía/o. -UNOS OJOS que te buscan cuando estás perdido/a. -UNA VOZ que te dice "donde sea pero contigo".  --el o la que tenga estas cinco cosas y las tres de siempre (salud, dinero y amor) QUE LE DE GRACIAS A DIOS-