sábado, 8 de febrero de 2014

PIENSO y RECUERDO....

...aunque me gustaría pensar menos y no recordar. 

Toda la mañana estuve pegada al televisor viendo a una infanta de España como iba a declarar en los juzgados de Palma.

Pienso: tenían todas las ventajas del mundo, todas las prebendas de España...(¿cómo se les ocurrió meterse en este berenjenal?).

Recuerdo: cuando yo era joven, allá en los años 50 y tantos, en un colegio de élite de aquí, de Valencia, en la despedida de los alumnos que habían terminado su bachillerato y ya no volverían, recitaban una poesía a la Virgen del Camino, que en uno de sus párrafos decía así: "yo sé que por el oro y los honores, hombres sin fe, de corazón ruin, a su Dios y a su Patria son traidores...¿por qué serán así?...".

-y yo acabo teniéndome mucha pena; ¿en quién confiar?, ¿a quién creer?, (porque necesito confiar y creer)-
.
Así, pues, recito en voz baja:

"Rota barquilla mía,
  que (arrojada de tanta envidia y amistad fingida,
 de mi paciencia por el mar regida
 con remos de mi pluma y de mi espada...),
.....
-me salto la segunda estrofa de este soneto de Lope-
.....
Sigue tu estrella en tantos desengaños;
 que quien no los creyó sin duda es loco,
 ni hay enemigo vil ni amigo cierto.
.
Pues has pasado los mejores años,
 ya para lo que queda, pues es poco,
 ni temas a la mar ni esperes puerto.
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domingo, 2 de febrero de 2014

UNO APRENDE...A VECES.


Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma, 
y uno aprende que el amor no significa recostarse 
y una compañía no significa seguridad. 
Y uno empieza a aprender que los besos no son contratos 
y los regalos no son promesas 
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, 
con la gracia de una mujer y no con el dolor de un niño... 

Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
 porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes.
Y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad, 
y después de un tiempo uno aprende 
que si es demasiado hasta el calorcillo del sol quema.

Así, que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, 
en lugar de esperar que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, 
que uno es realmente fuerte, 
que uno realmente vale, 
y uno aprende y aprende... 
con cada adios, uno aprende.

--------José Luis Borges---

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