miércoles, 19 de febrero de 2014

MI QUERIDA MAFALDA...

Hace muchos días que no te escribía...hoy lo hago.

Verás:
-encontré unos sueltos tuyos, con un pequeño título mío, y se los voy a enviar a mi amiga Pilar que está pasando un mal momento muy largo; quiero que sonría y además, que lo haga sabiamente, y tú Mafalda eres el personaje adecuado para hacer sonreir a las personas inteligentes.

Vamos, pues, a comenzar nuestra labor:


-¿Cómo escribir?, ¿cómo encontrar el estilo adecuado?, ¿cómo hacerlo, desde la imaginación o desde el sentimiento?, y ¿cuando viene la inspiración?.
Hace unos años, en un hotel de Berlín, ponían en el comedor unas servilletas blancas con renglones, como si fueran cuadernos escolares y en la parte superior estaba escrito: "La inspiración puede llegar en cualquier momento", era una buena idea; parecía que fuera tuya Mafalda.
Hemos de seguir escribiendo, aunque nadie nos lea....
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Imaginación.
La imaginación en el niño es algo es algo natural; conservarla al hacernos adultos es un don, que no todos poseemos...
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Tolerancia.
No todos pensamos igual.
No todos valoramos las mismas cosas.
Tal vez así la vida es menos monótona y más divertida.
Es bueno que sea así, menos cuando no nos respetamos...
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No todos servimos para lo mismo; sin embargo todos somos necesarios.
Tan necesario es el médico, como el comerciante, como el taxista, como el cocinero, como el abogado, como el maestro, como el peluquero, como el barrendero, como la señora que me ayuda....
Lo importante es servir y hacerlo bien y con alegría.
"Manolito, no tengas mal genio".
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Hay cosas difíciles de entender, no pongas en aprietos a la gente Mafalda.
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Problemas.

Aunque para "problemas" los de Susanita.
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Hasta pronto, Pilar.
A ver cuando tomamos un café juntas.
Que seas feliz.

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Me parece que me he puesto algo seria, aunque he etiquetado como humor, este capítulo.
No era mi intención...lo de ponerme seria.
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