lunes, 19 de febrero de 2018

UMBERTO ECO...lo que decía.

Hoy hace dos años que murió.

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-sus frases y pensamientos se conservan, además de sus libros-
-yo las leo y las releo-


"El ordenador no es una máquina inteligente que ayuda a gente estúpida,
es una máquina que funciona sólo en manos de gente inteligente"

-y lo estoy empezando a creer-

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-también dijo...

"El libro es una criatura frágil..."

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-y más cosas-



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...mi recuerdo.

P.D.Recomiendo leer: EL PROBLEMA ESTÉTICO EN SANTO TOMÁS, fue la tesis doctoral de Umberto Eco.
-no tiene desperdicio-
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"Extiende la mano tan alto como puedas y Dios extenderá la Suya el resto de la distancia."
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domingo, 18 de febrero de 2018

-CUARENTA Y TRES PUESTAS DE SOL...

...o cuando "El Principito"puede dar sentido a los días-

- texto original de J. Trelis, publicado en "Las Provincias"-
-añado mis comentarios; estos irán en letra bastardilla (con permiso del autor)-

Todos los años los Magos hacen que en casa entre de puntillas un principito.
Sí, un Principito en mayúscula con el sello de Antoine de Saint-Exupery. Una locura de los reyes que tiene un valor emocional de muchos quilates, porque a veces llega de la India, a veces del Japón, a veces de alguna tiendecita de algún rincón perdido por el planeta.
El Principito habla igual quechua que sueco. O simplemente se mantiene en silencio  metido en su portada y te observa como si tú formaras parte de uno de los atardeceres que adora el personaje de Saint-Exupery.

"¿Sabes?. Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol".
El Principito asegura que en su pequeño planeta vio un día cuarenta y tres puestas de sol.
La reflexión me estremeció al releerla, por lo "verdaderamente triste" que estaría.

En el fondo, creo que vivimos sumidos en un planeta en el que estamos abocados a refugiarse en el atardecer.
Un planeta triste.
No sólo por las grandes historias -esas que hablan de guerras, terrorismo y atrocidades varias-, sino también por las pequeñas; las cotidianas, las que se viven a pie de calle: historias alicaídas...
Historias dignas de puestas de sol largas y continuas: cuarenta y tres en un día.
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Enriqueta me dice: "es difícil pensar en ti sin recodar a Tomás; sé que lo pasas mal, incluso y a pesar de las muchas atenciones que recibes".
-Sí, Enriqueta, necesito ver cuarenta y tres puestas de sol cada día...