viernes, 17 de marzo de 2023

Y AHORA FALLAS.

 Aturde este cambio : CUARESMA (tiempo de silencio y meditación)----FALLAS (días de  bullicio y de fiesta).-----¡Qué contraste!. y todo en la misma ciudad y con pocos días de diferencia.


No tengo que explicaros ni una cosa ni otra. Sólo, tal vez, contaros mis impresiones personales ante esa dualidad. 
Las dos situaciones son de mi agrado. Me gusta la fiesta y me gusta el silencio.
Pero, ahora, puede que me inclino por el silencio...

Pensemos juntos en EL SILENCIO, nos acompañaran algunos buenos "amigos".
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El verdadero silencio es reposo para la mente; el silencio es para la mente lo que el sueño es para el cuerpo; es también alimento y estimulante. WILLIAM PENN.
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Actúa sin moverte, obra sin implicarte, saborea lo que carece de sabor. LAO TSE. 
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Las palabras no pronunciadas son las flores del silencio. PROVERVIO JAPONÉS.
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dificultad del silencio, Por acendrado que fuera mi interés por el silencio, no se me oculta que en cualquier momento, yo podía claudicar. PABLO d´ORS.
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...y más que cuando los encuentre añadiré, aunque pase mucho tiempo.

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El país en el que el silencio es el Rey.

"Yo aprendí  mucho sobre el silencio hace dos años, durante mi estancia en un centro budista de Kioto, con la esperanza ingenua de aprender zen. El lugar es un shukubo (literalmente: dormir con los monjes) y ofrece alojamiento a los extranjeros en el seno de una vida monástica. El templo donde yo habitaba era maravilloso y formaba parte de una cincuentena de ellos, que integraban una especie de pequeña aldea rectangular, el Myoshinji. Fundado en 1337, este complejo monástico se hallaba protegido por una gran muralla  y se encontraba apartado de la ciudad. Era un lugar magnífico, totalmente fuera del tiempo , sin cambios significativos desde hace siglos, sumergido en un profundo silencio, tan solo perturbado por el ruido del viento. El templo en el que  yo me alojaba poseía largas galerías de madera por las que se caminaba cuidadosamente para no hacer ruido.
Cada habitación estaba separada por finas mamparas de papel de arroz y, por consiguiente, era necesario respetar el mayor silencio. Ni que decir tiene que no había radio ni televisión ni teléfono ni ordenador. Los monjes se levantaban a las cinco y la jornada con la recitación de los sutras (enseñanzas  del Buda), seguida de a meditación. Yo tuve ocasión de participar en varias sesiones, en las que me explicaron cómo sentarme bien durante la meditación. En esencia, ese fue el único consejo que me dieron sobre el zen durante toda mi estancia. Tras una breve ceremonia seguida de una comida, con los demás huéspedes hacía la limpieza, trabajaba en el jardín y recogía leña. Al principio me sentí un tanto decepcionado , pues esperaba  profundizar en mi práctica y mis conocimientos de la meditación. Pero, poco a poco, fui comprendiendo mejor lo que se desprendía de aquel lugar: era la celebración cotidiana del silencio y su enseñanza sin palabras."

----fragmento del libro:
    CEREBRO Y SILENCIO de Michel Le Van Quyen. (los efectos del silencio en nuestra salud explicados por la neurociencia).


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Pero no dejen de ir a ver Las Fallas.
Adios.

 

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