Estaba, entre triste e indignada, no, estaba triste e indignada.
Estaba elaborando mi duelo particular.
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Ayer se celebró en el colegio una Misa por el alma de Emilia Silvestre.
La iglesia se llenó, sin aglomeraciones, pero se llenó de antiguas alumnas, ¡qué mayores somos ya!.
Pero, mayores y todo, asistimos "es de bien nacidos ser agradecidos".
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Se leyeron cosas bonitas y verídicas sobre ella, sobre su labor....
..."recordaremos siempre :
¡como nos enseñaba las Matemáticas! y ¡cómo las aprendíamos nosotras!, no nos aburríamos en sus clases, creo que hasta nos divertíamos y ¡tiene mérito hacer divertida una clase de Matemáticas!.
También recordaremos ¡cómo escuchaba nuestros problemas personales! y ¡cómo se preocupaba de nuestra formación religiosa!".
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-En nuestra época la señorita Silvestre era el alma del colegio.....-
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Salí reconfortada, no es bueno estar sol@ cuando se está triste.
Ayer me sentí acompañada.
A mi alrededor tenía mujeres que sentían lo mismo que yo....
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